El futbol americano estudiantil de México vivió una era dorada entre 1940 y 1950 y los 'Burros Blancos' del Poli encontraron en el predicador estadounidense Lambert J. Dehner el liderazgo para crear una era dominante.

Antes de que existiera la franquicia de los Kansas City Chiefs, un ex jugador de ese estado conquistó la Ciudad de México y creó una época gloriosa en el futbol americano: el padre Lambert J. Dehner, quien en la década de los 40 llevó al Instituto Politécnico Nacional a dominar a la Universidad Nacional Autónoma de México y, a través del deporte, heredó un legado educativo más allá de lo académico.

Nacido en Kansas, el padre Lambert estudió en la Saint Benedict School de Atchison y allí compitió con el equipo escolar entre 1934 y 1938, generación de jugadores que fue considerada como el mejor equipo colegial de Estados Unidos en 1936.

Así, el futbol americano, con su cultura de esfuerzo, de victoria y alegría como de derrota y aprendizaje, se arraigó en el predicador, que llegó en 1943 a la Ciudad de México, con la meta de ir en una misión a Sahuayo, Michoacán; mientras esto se gestionaba, dio clases en el Colegio del Tepeyac y pronto, con su entonces escaso español confesó: "Me gustaría mucho ayudar a algún equipo de México, no importa de qué categoría", dijo al periodista Víctor Figueroa, quien buscó reunirlo con autoridades deportivas de la UNAM; pero siempre postergaron las citas; así, Jorge Prieto, profesor del Colegio Tepeyac, sabía que el Instituto Politécnico Nacional se quedaría sin coach con la salida de Salvador 'Sapo' Mendiola y casi en automático le contrataron a él.

El padre Lambert dirigió al IPN en dos etapas doradas; la primera de 1943 a 1946 y en ella su más destacado año fue 1945 cuando lograron un récord de 7-1 y el primer campeonato para el 'Poli', desde la creación de esta institución académica, en 1936.

Al terminar la temporada del 46, el padre Lambert regresó a Estados Unidos en medio de una emotiva despedida en la Colonia Lindavista de la CDMX.

Muchos fueron las misivas y los intentos para traerlo de vuelta, incluso jugadores viajaron a pedir su regreso, pero en 1949, el Padre Lambert volvió después de que la Madre Mildred Knoebber lo solicitó como capellán de su congregación en México (quienes fueron a recibirlo comparan esa cita tan célebre, festiva y entusiasta, como la noche en que Felipe Tibio' Muñoz ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de México '68, en los 200m pecho).

Era 1949 y la comunidad politécnica recuperó las esperanzas de ganar el clásico del deporte estudiantil, con el regreso del párroco, quien trajo a Poli un nuevo sistema de formación 'T' que se empleaba en Illinois y en el que después hizo variaciones tácticas. Quizás no ofrecía un derroche de espectacularidad, pero era un juego calificado como: matemático, calculador, preciso y devastador; las estadísticas lo avalaban: los Burros Blancos sumaron casi dos temporadas de victorias consecutivas, con 16 triunfos al hilo; entre ellas, la icónica noche en que le ganaron a la UNAM por 39-26, en 1950.

Según relatos del propio periodista del ESTO, Víctor Figueroa, en aquel encuentro, IPN vs. UNAM de 1950 se rompieron puertas, ventanas y rejas del Estadio Olímpico para ver el encuentro que rompió un récord de asistencia a un evento deportivo en México y al año siguiente, el mismo duelo causó lo inédito: aficionados pernoctaron a las afueras del estadio para ver el clásico, al que el Poli llegaba sobrado de confianza con sus 16 victorias pero, al final los 'Burros Blancos' no solo perdieron la racha invicta, pues cayeron en un doloroso 0-43 ante los Pumas.

Ese marcador fue quizá el momento mas doloroso en la carrera deportiva del padre Lambert como Head Coach del IPN. Consternado y triste, se apresuró a levantar el ánimo de sus jugadores hasta ganar de nuevo pero, en junio de 1953 regresó a Estados Unidos pues hasta entonces comentó con algunos colegas de la comunidad escolar que padecía una enfermedad crónico degenerativa desde hacía años y quería recibir tratamiento…pero nunca volvió

Su memoria en los alumnos del Politécnico y de la comunidad del futbol americano sigue viva para los profundos conocedores de esta era del deporte estudiantil en el país y en el Museo del Deporte de la Fundación Carlos Slim (debajo de la estación terminal Cuatro Caminos del Metro CDMX) se erige un busto en su honor; además en 1962 el actor Joaquín Cordero protagonizó una película inspirada en la vida del religioso y entrenador estadounidense, llamada 'Juventud sin Dios' o 'La vida del Padre Lambert'.