'Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia)' es un ensayo sobre el ego. El narcisismo llevado al punto de la autodestrucci贸n. Los Wide Receiver son una de las posiciones en las que el ego es m谩s vol谩til. Est谩n acostumbrados a ser el centro de la acci贸n: atrapadas espectaculares a una mano, maniobras equilibristas dejando la punta de los pies dentro del campo y carreras relampagueantes dejando rivales en el piso.
Y, sin embargo, hay una enorme iron铆a en su posici贸n, dependen completamente de otro, dependen completamente del QB. No quiero que se malentienda, evidentemente en un deporte de equipo hay una interdependencia natural en todas las posiciones. Es claro que el trabajo de la OL, los RBs, los TEs y el equipo de coacheo tienen un impacto en el funcionamiento del ataque. Pero el WR tiene una relaci贸n distinta con el QB. Es esta paradoja en la que se saben superatletas y superestrellas, pero necesitan que el bal贸n llegue a sus manos para poder demostrarlo y para ello dependen completamente del pasador.
Por ello, en muchas ocasiones la frustraci贸n se dirige al jugador que les ha volado con un pase, que no los elige como objetivo, que termina entregando una intercepci贸n. M谩s de uno ha dicho su propia versi贸n del "I'm always open" (con todo y cadena del 7/11) de Ja'Marr Chase o ha llevado este ego hasta ese punto autodestructivo. No necesito compartir ning煤n nombre, se que han llegado m煤ltiples ejemplos a su cabeza.
El caso m谩s reciente lo vimos con CeeDee Lamb en la humillante derrota de los Cowboys. Detroit les pas贸 por encima y Dak Prescott la pas贸 el partido corriendo por su vida. Entregaron 5 veces el bal贸n y la frustraci贸n de Lamb era evidente. Ya hab铆a cruzado palabras con su QB la semana pasada ("Jump balls, 4) y al verle este juego en la banca era muy evidente la frustraci贸n de la paradoja: saber que es incre铆blemente talentoso y no poder hacer nada para ayudar a su equipo.
Pocos WRs pueden sobrevivir a un QB incapaz de poner los env铆os cuando y donde debe hacerlo. Un WR sin un QB con el que conecte est谩 exiliado en el desierto. Kil贸metros y kil贸metros de solitaria arena a su alrededor. El oasis de la historia est谩 en que, en ocasiones, despu茅s de haber padecido encuentran c贸mo aliviar la sed. Ya sea en la fortuna de que el reci茅n llegado encaje en el sistema, como el renacimiento de Sam Darnold que est谩 ayudando a JJ. O porque, finalmente, llega el QB que hab铆an estado esperando.
As铆 ha sido para Terry McLaurin, un talentoso WR que hab铆a entregado n煤meros constantes, pero que siempre hab铆a estado limitado por los QBs de los que depend铆a. Echemos un vistazo a quienes le hab铆an lanzado pases hasta ahora:
- Colt McCoy
- Alex Smith
- Case Keenum
- Dwayne Haskins
- Kyle Allen
- Taylor Heinicke
- Garret Gilbert
- Carson Wentz
- Sam Howell
- Jacoby Brissett
La mayor铆a de ellos nunca lograron ser titulares en la 国产外流网o tuvieron carreras muy limitadas. Pero parece que Washington ha encontrado a su QB franquicia. Es pronto para decirlo, pero pinta bien, pinta bastante bien. Y con este socio McLaurin ha podido brillar. Atrapada tras atrapada. Un espect谩culo a茅reo.
Es octubre, nos acercamos a Halloween y 'Scary' Terry (y toda la ofensiva de Commanders) est谩 metiendo miedo. Ha encontrado el oasis y la redenci贸n.