La infancia de Sandra Romero en Naucalpan, el municipio m谩s industrializado del Estado de M茅xico, transcurri贸 jugando tocho callejero. Cuando cumpli贸 la mayor铆a de edad, mientras cursaba la licenciatura en Administraci贸n de empresas en la FES Acatl谩n, descubri贸 el flag organizado.
Para emular a sus jugadores favoritos de la 茅poca, Tony Dorsett y Walter Payton, se prob贸 como corredora en el equipo de la universidad. Cual ficci贸n hollywoodense, un descuido de una de las receptoras en un entrenamiento propici贸 que el entrenador del equipo descubriera su potente brazo por accidente. No volvi贸 a mirar atr谩s. Y, pese a que desde entonces le apodaban "La Payton" en honor al HOF de los Chicago Bears, se afianz贸 como quarterback de tiempo completo.
Al momento de que empec茅 a viajar a los mundiales, percib铆 que la gente se sorprend铆a cuando me ve铆a correr y lanzar. Ah铆 fue cuando se populariz贸 el apodo de "La Payton". Despu茅s de los partidos me ped铆an aut贸grafos y fotos, tanto hombres como mujeres. El 煤nico consejo que tengo para dar es que luchen por sus sue帽os con sacrificio y disciplina. No cambiar铆a por nada lo que he vivido con la familia del futbol americano. Sandra "La Payton" Romero
Durante su camino, rompi贸 barreras de g茅nero, aprendi贸 los fundamentos, desarrollo habilidades f铆sicas que le permitieron sobresalir y puli贸 su t茅cnica de lanzar. Consciente de lo que implicaba interpretar la posici贸n m谩s dif铆cil del juego en t茅rminos f铆sicos, t茅cnicos y conceptuales, acept贸 el reto de convertirse en un antes y un despu茅s del futbol americano nacional.
"La Payton" desplaz贸 a Sandra para convertirse en leyenda. Con once mundiales sobre la espalda y casi cuatro d茅cadas de carrera, su figura ayud贸 a poner el nombre de M茅xico en el mapa mundial del flag. Sus proezas no solo se convirtieron en un argumento competitivo para los representativos nacionales, sino en una inspiraci贸n para el resto.
Y lo mejor de todo: sigue en activo a sus 57 a帽os.
