Episodio 4: la jungla de papel
La semana empieza en Cincinnati. Y no la llamo la jungla de papel por el uniforme alternativo blanco y negro que me enloqueció. Está brutal, ¿no? Lo digo por los detalles. Que el vestuario es importante, por supuesto, el icónico mono rojo y las máscaras de Dalí son algo inolvidable de La Casa de Papel. Tanto que hasta los trajes del Juego del Calamar son sospechosamente parecidos. Todos los detalles importan. Vestuario, musicalización, maquillaje, dirección de arte.
Hay momentos en que Mike McDaniel me recuerda al Profesor, con su intercomunicador. Haciendo montones de movimientos en su pizarra, trazando las rutas de Waddle y Hill, los señuelos, las fallas en la defensiva, el único lugar por el que es posible entrar a la Casa de la Moneda. Y también me recuerda esos instantes llenos de errores, donde parecía que todo el mundo se derrumbaba. Un ataque terrestre que no funcionó por momentos. Falta de efectividad en zona roja. La única forma de tener éxito en operaciones así es que todo funcione como reloj suizo. No fue el caso este TNF.
Fue una Jungla de papel. Con los Bengals a la altura de su indumentaria y la gente volviendo a ilusionarse por momentos. Los detalles importan. Detalles como el tándem que forman Burrow y Ja'Marr Chase que parece como si aún estuvieran rompiéndola en colegial con LSU. Berlín y el Profesor. La química entre los actores es fundamental en este deporte y Joe la tiene con sus receptores. El engaño para dar un pase atrasado a Tyler Boyd y que este lanzara una espiral perfecta. 3 pases completos de 5 que ha lanzado en su carrera. La mayor lección que nos deja La Casa de Papel es que hay cosas que se pueden predecir, como en estos diseños de jugada que nos encantan. Y cosas que no. Tua saliendo claramente conmocionado y Teddy Bridgwater quedándose con los controles en Miami (ya confirmado que al menos así será también en semana 5). Teddy no es Tua y los planes del Profesor estaban diseñados pensando en el samoano. Los Dolphins ya tuvieron 3 inicios 3-0 en los que terminaron sin playoffs. No hay que ser alarmistas, el Profesor está al otro lado del intercomunicador. Pero tampoco hay que dejar de cuidarse la espalda.
Si han visto Man in the Arena (y si no lo han visto, vayan a Star+, vamos), habrán escuchado a Brady hablar del postcampeonato. Una especie de resaca donde el arranque de la temporada siguiente se hacía muy difícil. Quedaba la sensación de todo lo logrado el año anterior, una superioridad al entrar en los partidos y un golpe de realidad como darse de cara contra el muro. Y si bien los Bengals no fueron campeones del Super Bowl, la importancia de llegar al juego para una franquicia como esta y la forma en que están arrancando me recuerda mucho a las resacas de los Patriots. Es demasiado temprano para descartar a los subcampeones. La línea ofensiva renovada se había visto muy mal, pero tiene una ligera mejoría. Cuidado con las sutilezas.
El Profesor por excelencia había sido Bill Belichick y este fin de semana casi hace una operación que habría sonado una locura si nos la hubieran contado con antelación. Como la primera vez que el Profesor se sienta con todos y comienza a explicarles el plan. A todos les parece una tomadura de pelo. Imposible de realizar. Así, si alguien nos hubiera dicho que los Pats, jugando con su 3er QB, iban a poder llevar a los Packers de Rodgers a tiempo extra. Imposible. Pero sucedió. Es la NFL. Es futbol americano. Y por eso nos encanta.
Gracias al Flag Decal, la iniciativa con la que los jugadores de la pueden honrar al país de nacimiento de uno de sus padres o abuelos, o a un país en el que hubieran vivido por al menos 2 años, nos podíamos sentir dentro de LCDP. Vale, que no son ciudades sino países, pero el ejemplo funciona. En las laterales, Croacia (Bellichick) e Italia (Matt Patricia, quien se parece más a Moscú en todo caso) mandaban jugadas tanto para frenar a Rodgers e interceptarlo (su 2do pick six en más de 3,500 intentos de pase en su carrera, jugando de local); como para cuidar al novato Zappe, al frente de los Patriots después de que Hoyer (2do QB y titular por la lesión de Mac Jones) saliera debido al protocolo de conmoción, que seguro endurecerá sus criterios tras el incidente de Tua. Sólido juego de carrera con pases muy ocasionales, bien diseñados y seguros.
Estuvieron muy cerca de lograrlo. Como ese momento desde el Estanque de Tormentas con todos listos para saltar y celebrar. El asalto se había logrado con éxito. El oro había salido de la Reserva Nacional. Pero Rodgers tenía una última palabra y, después de un partido errático, apretó lo suficiente para vencer a New England. "Al final fue demasiado bueno", en palabras de Bill Belichick.
Yo me atrevería a dar un pequeño giro a las palabras del Monje. El asalto a Lambeau Field fue demasiado bueno… para ser verdad. ¿Para ustedes quién logrará atracar con éxito La Fábrica Nacional de Moneda y Timbre esta temporada? Los espero en @yasoyalex para seguir la conversación.