"La ciencia moderna a煤n no ha producido un medicamento tranquilizador tan eficaz como lo son unas pocas palabras bondadosas". Esta frase encierra un misterio parad贸jico, puesto que sali贸 de los labios de uno de los galenos m谩s innovadores y revolucionarios de la medicina moderna. Un facultativo que traspas贸 l铆mites terap茅uticos y barreras dogm谩ticas en busca del bienestar de sus pacientes. La contradicci贸n viene porque, a pesar de los innumerables avances cient铆ficos y la evoluci贸n farmacol贸gica actual, estas l铆neas mantienen una modesta e indudable vigencia. Cuestionado por sus coet谩neos y compa帽eros de profesi贸n, el neur贸logo austriaco Sigmund Freud, descubri贸 en las fases iniciales de su carrera profesional el extraordinario poder de la palabra. El padre del psicoan谩lisis, el "interpretador de sue帽os", el descifrador de mentes y subconscientes, que experiment贸 con novedosas t茅cnicas y mol茅culas como la "coca铆na", siempre tuvo en cuenta el poder curativo de la comunicaci贸n y desarroll贸 para tratar las neurosis y la histeria la inicialmente denominada "cura del habla".
El protagonista de nuestra historia ha probado en primera persona el arsenal terap茅utico de la psiquiatr铆a moderna pero puede corroborar la veracidad de los "charlatanes" m茅todos iniciados por Sigmund en la imperial ciudad de Viena. Calvin Ridley tuvo que someterse a un tratamiento 鈥渇reudiano鈥 para poder salir de la oscuridad en la que se hab铆a internado y regresar en apenas un mes a la mejor liga del mundo...
El Halc贸n deja de surcar los cielos de Atlanta
El receptor de los Falcons no encaja en los estereotipos que la mayor铆a del p煤blico general elabora de los pacientes neur贸ticos o con enfermedades mentales. Deportista de 茅xito, famoso, con una desahogada situaci贸n econ贸mica y una vida familiar estable, nada hac铆a presagiar a comienzo de la temporada de la 国产外流网del a帽o dos mil veintiuno el colapso mental que Ridley iba a experimentar. Nuestro cerebro con su intrincada red de conexiones y neurotransmisores no entiende de clases sociales, de cuentas bancarias y factores superfluos y a pesar de los esfuerzos de visionarios como Freud sigue siendo un enigma indescifrable.
Calvin ha saboreado las mieles del 茅xito deportivo en cada etapa de su carrera. Desde que pis贸 el campus universitario de Tuscaloosa se convirti贸 en uno de los mejores receptores universitarios del pa铆s. En su campa帽a "freshman" en la marea carmes铆 de Nick Saban conquist贸 el t铆tulo de campe贸n universitario obteniendo mil cuarenta y cinco yardas y siete anotaciones a茅reas y lider贸 la todopoderosa Southeastern Conference con ochenta y nueve recepciones siendo galardonado como Freshman All American. Ridley permanecer铆a dos a帽os m谩s en el estado cuya capital es Montgomery, cosechando triunfos individuales y colectivos. Memorable es la final del campeonato universitario del a帽o dos mil diecisiete entre Alabama y Georgia, en la que Calvin anot贸 un touchdown decisivo para forzar la pr贸rroga, que se definir铆a a favor de los de Saban por el ic贸nico pase de Tua Tagovailoa a De麓Vonta Smith. El 煤ltimo partido de Ridley con la camiseta carmes铆 iba a quedar grabado en los archivos hist贸ricos de la prestigiosa entidad acad茅mica y deportiva de Alabama e iba a convertir a nuestro protagonista en doble campe贸n universitario del deporte por excelencia de la naci贸n.
Su irrupci贸n en la 国产外流网estuvo plagada de elogios y "palabras bondadosas" que, por aquel entonces, el receptor no necesitaba y no surt铆an efecto terap茅utico ni placebo. Seleccionado por los Atlanta Falcons con la vig茅simo sexta elecci贸n del draft de dos mil dieciocho, la atenci贸n que generaba Julio Jones en las defensas rivales le permiti贸 levantar el vuelo desde sus primeros encuentros con para terminar su temporada de novato elegido como rookie ofensivo del a帽o merced a sus ochocientas veintiuna yardas y sus diez anotaciones a茅reas. En Georgia, con el dieciocho a la espalda, se consagr贸 en apenas dos cursos como una estrella de la liga, hasta tal punto que tras su excelsa temporada de dos mil veinte, con mil trescientas setenta y cuatro yardas y nueve touchdowns en su haber, el conjunto de Atlanta decidi贸 prescindir de su gran estrella, Julio Jones.
Este fue el punto de inflexi贸n de Ridley. Las alas y la mente del halc贸n volador del Mercedes-Benz Stadium comenzaron silenciosa y lentamente a resquebrajarse debido al dolor f铆sico y al dialelo que impone el consumo de pastillas y los nociceptores. Los extraordinarios n煤meros de Calvin en el a帽o dos mil veinte los obtuvo a pesar de un continuo, exasperante y punzante dolor en el pie que le obligaba a tomar potentes antiinflamatorios (Ketorolaco) para poder saltar al c茅sped cada fin de semana. Los galenos no objetivaban ning煤n da帽o 贸seo en las pruebas realizadas que justificaran las molestias del receptor. El diagn贸stico de "hematoma 贸seo" era recurrente en las valoraciones que el equipo m茅dico realizaba al jugador.
La temporada de dos mil veintiuno vaticina profundos cambios para la franquicia de Georgia. Con todo el staff t茅cnico renovado y una plantilla rejuvenecida, Calvin siente la presi贸n que recae sobre sus hombros tras la marcha del gran Quintorres Lopez Jones (Julio para el gran p煤blico). Semanas antes de que el ovoide eche a volar, una resonancia magn茅tica revela la gran verdad. Calvin sufre una fractura en su pie (que arrastra desde la campa帽a previa) y debe pasar por el quir贸fano. El c铆rculo vicioso de dolor, uso de antiinflamatorios y analg茅sicos se agranda. Aunque el tratamiento quir煤rgico es eficaz, sin las malditas pastillas Calvin es incapaz de desenvolverse sobre el c茅sped con la coraza y el casco puesto. Comienza a aparecer el insomnio y la ansiedad. Su estado an铆mico comienza a quebrarse, ir贸nicamente, en el mejor momento de su carrera deportiva.
En estas circunstancias lleg贸 la primera semana de competici贸n oficial. Ridley consigue saltar al terreno de juego y ser el mejor aliado, obteniendo cincuenta y una yardas a茅reas, de Matt Ryan en la derrota en casa frente a los Eagles. Calvin conduce tranquilo de regreso a casa junto a su mujer y su hija. Nada hace presagiar que la tranquilidad que impera en el interior del coche familiar de los Ridley est谩 a punto de saltar por los aires y cambiar el destino del jugador y los Atlanta Falcons para siempre. La multitud agolpada frente a su domicilio les pone sobre aviso. La visi贸n de m煤ltiples coches de polic铆a no augura buenas noticias. El nerviosismo se apodera del jugador y su esposa. La puerta de su casa est谩 abierta. Unos ladrones han aprovechado su ausencia para llevarse joyas y dem谩s objetos de valor. La visi贸n de cinco encapuchados con armas que revelan las c谩maras de seguridad altera para siempre la tranquilidad de Calvin y su esposa. Las noches de insomnio que experimenta a partir de ese d铆a producen una transmutaci贸n en la mente de Ridley.聽
Se siente extra帽o cada ma帽ana cuando entra en las instalaciones de los Atlanta Falcons. Este episodio junto al sufrimiento f铆sico que experimenta son factores precipitantes del severo deterioro mental del receptor. Percibe que la conexi贸n con el resto de la plantilla se distorsiona irremediablemente. No tiene fortaleza ni valor para viajar a Londres para el partido de las series internacionales. Intenta con todas sus fuerzas, como ha hecho toda su carrera,聽 no darse por vencido jugando el veinticuatro de octubre frente a los Miami Dolphins, pero percibe que debe buscar ayuda. Una semana m谩s tarde anuncia en redes sociales que, por motivos de salud mental, se aleja moment谩neamente聽 de los terrenos de juego. El halc贸n pliega sus alas y deja de surcar los cielos de Atlanta los domingos. Necesita recurrir a la terapia que Freud descubri贸 un par de siglos antes en el viejo continente鈥β犅犅
Calvin pasa por el div谩n psicoanalista
Ridley combina el poder terap茅utico de los inhibidores de la recaptaci贸n de serotonina con el efecto relajante de la "cura del habla". Invierte muchas horas y sesiones postrado en el div谩n del psicoan谩lisis que populariz贸 Freud. Junto a su terapeuta escarba en lo m谩s hondo de su ser聽 para buscar respuestas y empezar a vislumbrar la verdadera terapia que vuelva a salvar su vida por segunda vez muchos a帽os despu茅s. Bucea en sus recuerdos para descubrir en el ni帽o que fue el adulto en el que se ha convertido, porque la infancia es ese periodo cr铆tico de la vida donde se asienta nuestro yo futuro. Con su psiquiatra descubre el momento exacto donde todo comenz贸 a quebrarse.聽
Calvin recuerda la fecha exacta, el treinta y uno de octubre del a帽o dos mil dos. Ridley ten铆a por aquel entonces ocho a帽os de edad y disfrutaba junto a sus compa帽eros de una fiesta de Halloween en el colegio. En mitad del jolgorio y los disfraces, su t铆a irrumpe para llevarse a Calvin y sus tres hermanos menores. Los deja en una casa de acogida con una frase que queda marcada en la mente del peque帽o y futuro receptor de la 国产外流网: "Ten茅is que quedaros aqu铆, mam谩 y pap谩 se marcharon por un tiempo". El mundo cambi贸 en ese preciso instante para Ridley, de repente, se hizo adulto, era el mayor de sus hermanos y presagi贸 que en la soledad del orfanato deb铆a asumir el papel de patriarca familiar. Responder las preguntas, mirando a los vidriosos ojos de sus inocentes hermanos peque帽os sobre lo que estaba ocurriendo y sobre lo que les iba a deparar el futuro, fortaleci贸 el car谩cter de Calvin e imprimi贸 a su ser un liderazgo que a帽os m谩s tarde trasladar铆a al terreno de juego.聽
Durante su "terapia de la palabra" afloraron im谩genes dolorosas. Ridley recuerda que sus progenitores eran una familia muy humilde. Tiene visiones de gente derribando la puerta de su casa y entrando con perros. Recib铆an ayuda para alimentarse. En esa situaci贸n no puede culpar a sus padres de buscar "dinero f谩cil" para alimentar a sus hijos. Calvin supo que su padre fue deportado a Guayana y su madre desapareci贸 del mapa.聽
En esa situaci贸n se encontraba el peque帽o cuando descubri贸 que un bal贸n, un casco y una coraza pod铆a salvar su vida y la de su familia. Se encontraba interno聽 en La Aldea Infantil SOS de Coconut Creek, Florida, cuando un golpe matutino en la puerta de su dormitorio supuso el comienzo de su idilio con el bal贸n ovalado. Vamos a jugar a f煤tbol americano, 驴Te apuntas?. Con esa sencilla frase comenz贸 la historia de uno de los mejores corredores de rutas de los mejores a帽os en la NFL. Sol铆a pasar el d铆a entero practicando porque eso le ayudaba a olvidar su situaci贸n familiar. Su calidad no pas贸 desapercibida para los ojeadores y en el tercer a帽o de instituto su nombre ya estaba marcado en las principales agendas universitarias. Recibi贸 multitud de cartas de invitaci贸n con becas universitarias. La primera vez que mont贸 en avi贸n, con todos los gastos pagados, fue para visitar las instalaciones de Tuscaloosa. Su a帽o freshman universitario fue consciente de que el f煤tbol americano hab铆a salvado su vida y la de su familia m谩s cercana. Recuerda aquella primera Navidad en torno a una copiosa mesa como un punto de inflexi贸n para sus allegados m谩s 铆ntimos
Ridley segunda resurrecci贸n
En los d铆as m谩s oscuros Calvin cometi贸 muchos errores, instal贸 en su celular una aplicaci贸n de apuestas y para alejarse de ladrones, de su fractura en el聽 pie y en un intento de que las horas del d铆a pasar谩n m谩s r谩pido apost贸 a favor de sus Falcons la cantidad de mil quinientos d贸lares. Cuando la gente le pregunta; conociendo las reglas y la pol铆tica de la 国产外流网en ese aspecto 驴en qu茅 estabas pensando? Ridley asevera con sinceridad : "no pensaba" profundizando en el poder nublado del raciocinio que tiene la depresi贸n. La liga impuso al receptor una sanci贸n que le impidi贸 jugar durante toda la campa帽a de dos mil veintid贸s.
Ridley ha superado muchas adversidades a lo largo de su vida y se dijo a s铆 mismo que, tras recuperar su fortaleza f铆sica y reestablecer el equilibrio qu铆mico en su cerebro gracias a la terapia farmacol贸gica y la cura desarrollada por Freud, el f煤tbol americano volver铆a a salvarle la vida por segunda vez.
Calvin se siente una persona diferente, el halc贸n se ha convertido en un peligroso jaguar dispuesto a atrapar los balones de Trevor Lawrence en Jacksonville. Percibe estar m谩s fuerte que nunca y anhela obtener una temporada de mil cuatrocientas yardas. Los Jaguars apostaron por el receptor en el momento m谩s bajo de su carrera, cuando media liga lo cre铆a desterrado al paro. La pretemporada nos hace intuir que el receptor ha resurgido de sus cenizas como el m铆tico ave f茅nix a base de derramar l谩grimas curativas y que las palabras que pronunci贸 Sigmund Freud eran ciertas: Para Ridley no ha habido un medicamento m谩s eficaz que unas pocas palabras bondadosas.
